martes, 24 de marzo de 2009

...Llegó el otoño

Los suelos se abrigan con hojas de colores ocres y rojizos, el sol que era potente en el verano, ha empalidecido, el cielo azul transparente y limpio de nubes se ha puesto su traje gris y de vez en cuando se pega unos lagrimones, el aire anda feliz revoloteando entre el follaje de los árboles robándole sus hojas, que se convertirán en abono para la nueva vida.
Y a mí, que instalada estaba en el lado oscuro, me sucede al revés. Por la ventana de mi "alma" han empezado a entrar rayitos de luz y esta semi penumbra se va tornando poco a poco luminosa.
La que ha ido cambiando he sido yo, la mirada es más racional y objetiva (¡!). Tomar conciencia de que mi vida es la que tengo, es lo que hay no más y...y con la sonrisa en los labios y el pelo al viento trataré de modificar solo lo que es factible de hacerse. Y comenzar ha realizar solo lo que realmente tengo ganas y a no esperar más de la gente que uno quiere, más de lo que ellas quieren dar y si no quieren dar nada ... ta bien, pero que eso no me moleste. Y también valorando lo que poseo ... lo cual no es menor!!
Ha sido largo el trayecto, como el viaje hacia la isla de Itaca (del poema de Kavafis), lleno de Lestrigones y Cíclopes, que han tratado de arruinarme un poquito la vida, más - afortunadamente - no lo lograron cabalmente y he sobrevivido.
Me he puesto seria - yo que iba a diertar sobre el otoño que
viene lleno de colores "ocre", como ya decía, - que un mineral es, terroso y deleznable de tono amarillo y que se usa en pintura... el ocre, digo -. Va transformándose el paisaje. mezclándose con los cobrizos, rojos apagados y toda esa interminable gama intermedia, que de a poquito y de una callada manera van dando forma olor luz sonido color movimiento crujir conexión a este espacio de tiempo - que yo amo - y que le llaman OTOÑO.
Esta estación del año que, astronómicamente, comienza en el equinoccio de su mismo nombre y termina en el solsticio de invierno.
Cosa más erudita esta última - pero es solo una acotación al márgen - que no le quita ese si es no romanticón, evocador y que nos tráe a la memoria y porqué no a la imaginación - como en el realismo mágico - bellas historias de amor, caminatas sobre las crujientes hojas de aquel Parque Forestal de la adolescencia, caminado tantas veces, tomada de la mano de ese personaje inolvidable, despues de unas gotas caídas y ese incomparable y exquisito olor a tierra húmeda.
O como canta el Serrat amado: " Pintaron de gris el cielo y el suelo se fue abrigando con hojas, se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece parece un niño que el viento mece con su balada en otoño."
La gran conexión con la emoción ...
Parece que me puse un poquitito cursi !!!
Mejor será que me vaya a dormir, pues meñana ... buuuu qué digo, en unas horas más, por que mañana ya es hoy ... hay cosas importantes por hacer.