miércoles, 25 de enero de 2012

STELLA DÍAZ VARIN ...ADVENIMIENTO...

Una cruz dibujada con perfiles de sombra.

Está mi cabellera ligeramente absorta

cubriéndole el estiércol a los ojos del mundo.

Está mi arquitectura de raíces informes

ahuyentando a los cuervos, dominando el silencio

y esperando su hora.


Ay, hombre de los ojos y de las manos raras,

me gusta tu demencia más que tus reflexiones.

Dime que soy la hembra de un buho alucinado,

que de contar estrellas dormidas,quedó ciego.


¿Qué quieres de mi pobre manantial escurrido?

¿Qué quieres si ya sabes repetir mi palabra?

Un gesto de mi ano sabe cantar tu angustia:

un gesto de mi mano sabe domar tus ansias.


Hombre de las inquietas pupilas de aceituna,

capitán de las rojas carabelas del alba,

sabes que el Alfarero me hizo triste, ¿qué quieres?

Yo no sabía entonces que iba tener u alma.


Llegó un luna roja con sus ojos hundidos

a besar a los cardos.

Murió un cuervo esa noche,

y empezó mi jornada.

Ya ves qué de repente puede haber una noche,

puede morirse un cuervo.

Ya ves, qué de repente puedes contar las larvas
que beben en la cuenca vacía de tus ojos.


Ó una luna roja con sus ojos hundidos

a fabricar los peces

Yo estaba en ese instante en la madera. El leño

crepitaba de rabia porque estaba conmigo,

yo estaba en la madera,

y el leño era mi amante.


El Alfarero vino,tomó un trozo de fuego

y modeló mi entraña.

Después, apasionada y silenciosamente

dibujó mi sonrisa

que es esta mueca absurda que me forma la cara.

¿Qué quieres, pues?

Ya estoy como yo lo quería...

Ah, me olvidaba, ¿sabes?

De la primera nota de la flauta del viento

fue modelada mi alma.