Y así la mira él.
De la única forma que un hombre
mira a una mujer.
No es esa mirada furtiva ni arrogante.
No esas mirada de posesión.
No. Va más allá de todo lo que
has visto y has sentido.
De la única forma que un hombre
mira a una mujer.
No es esa mirada furtiva ni arrogante.
No esas mirada de posesión.
No. Va más allá de todo lo que
has visto y has sentido.
Es amor.
Así la mira, con una mirada que
enternecería al mismísimo diablo,
porque pudiendo ser sólo él,
lo arriesga todo por ser un nosotros.
Así la mira, con una mirada que
enternecería al mismísimo diablo,
porque pudiendo ser sólo él,
lo arriesga todo por ser un nosotros.