miércoles, 28 de octubre de 2009

Chico Ancla!

Había una vez una chica
que venía de la mar.

Y h
abía tan sólo un sitio
donde ella que quisiera estar.

Con un tal Paquito Serra

que tocaba en un conjunto.

Por él se iría a la tierra

y dejaría el océano.

Poque él sólo y sólo él

le había quitado la calma.

Y por eso ella quería

robarle a Paquito el alma.

Pero jamás en la vida

hubo entre ellos conexión.
Ella iba a la deriva

por el mindo, solitaria.

Ella intentó aparecérsele

feliz, luego trise y trágica;

trató el sexo y el horóscopo
y hasta una pócima mágica.
Mas nada podía juntarlos,

excepto-quizás, no sé-

algo que anclara sua almas...
Y tuvieron u
n bebé.
Para el parto utilizaron

grúa, cincel y barrena:

el cordón umbilical

era una gruesa cadena.

Era feo y tenebroso,

duro como un cigüeñal.

Notenía la piel rosada

sino vil y gris metal.

El bebé, que suponían

los iba a juntar muy juntos,
en realidad los volvió

adustos y cejijuntos.

Aprovechando un agira,

se largó Paquito Serra.

Y a partir de ese momento

se quedó a vivir
en tierra.
Con su niño (un ancla gris)

ella sola se quedó.
Él se volvió tan pesado

que con el tiempo la hundió.

Mientras se hundía hasta el fondo
sin sus sueños realizar,

era ella sola
y su hijo...
y los peces del
mar.


Extracto de la Melancolica muerte del Chico Ostra de Tim Burton